viernes, 28 de septiembre de 2007

Despedida

El viejo que habia entre pieles de foca se despertó, y se tomó el tiempo necesario
que le pedian sus 58 años. ¿Sólo 58?. Pensareis que no es viejo.
Él si lo pensaba, y esa mañana lo sabía. Como dije, se despertó entre pieles de foca,
había pasado la noche en un iglú, un refugio para cuando el y los suyos iban de caza.
A su lado había otra figura, su hijo. Normalmente el siempre levantaba a su hijo, ya
que los ancianos tienen el sueño inquieto y siempre se las arreglan para despertarse 
antes que los jóvenes.
Esa mañana no lo despertó y ya nunca lo volvería a despertar. Era el ultimo día,
estaba decidido. Se pasó la lengua por el liso recorrido de sus encias apenas cortado por
un par de muelas y algún diente que resistian como tempanos helados durante el
deshielo estival. Cada vez mas desgastados. El no queria que su nuera le masticara
la comida como vió hacer a su madre con su abuelo. Simplemente le gustaba masticar
, morder y rasgar la carne de ballena ahumada. Y ya no podia, así que no sufria
por no volver a ver la carne de ballena puesto que no la podría disfrutar.
Se incorporó dentro de la boveda helada e iluminada del iglú y se frotó
los miembros entumecidos, cada estación de costaba mas llegar hasta allí.
Le dolia todo. Ya no disfrutaba de la caza. Estaba cansado.
Sin hacer ruido se levantó. Tenia sed, pero no podia beber nada, tenia que hacer
fuego para derretir hielo y beber, pero eso despertaría a su hijo. Y no quería despedirse
de él. Seguro que trataría de convencerle para que no saliera en busca del oso.
Pero ya lo estaba deseando. Habia vivido muchos años, habia disfrutado de la vida,
habia respetado la naturaleza y la naturaleza le habia dejado ver sus mas hermosos
secretos. Tambien habia visto rendirse a la naturaleza. Veia como cada estación
el hielo era mas debil. Habia visto como los que vestian pieles-que-no-eran-pieles
abusaban de ella y la despojaban de vida.
Ese ultimo recuerdo le dolió. Sabia que el mundo cambiaba y que era a peor.
Así que mientras salia a gatas del iglú sonria como solo sonrie la gente de una
broma que solo el entiende. El no veria la muerte de la naturaleza.
Hechó a andar y se notó extraño al no notar el peso de las artes de caza que
por esta época solia llevar encima.
Ya solo esperaba encontrarse con un gran oso blanco y acabar como lo hacian
desde siempre su gente. Dandole al mundo lo que ellos habian tomado. Vida.
En el iglú habia dejado sus artes de caza a sus nietos, esperaba que nunca usaran un
rifle. Lo habia hecho a modo de despedida.

7 comentarios:

El Azote dijo...

El viejo era valiente. No temía a la muerte y pudo decidir, libremente, cuando quería enfrentarse a ella, pues la vida es simplemente prolongar el ocaso, es una agonía constante en la que luchas porque el final que ya conoces se demore lo más que se pueda. Incomprensiblemente, nos aferramos con desesperación a ella, patéticamente incluso ¿Que sentido tiene?

El viejo no quiso agonizar. El viejo no quiso alargarlo innecesariamente. El viejo murió cuando vio que nada tenía ya sentido y estaba preparado. Fue valiente, y para mi eso le honra.

Anónimo dijo...

Negrata!!! veo ke soy uno mas entre tus multiples fans,y me encanta.. espero ke te inspiremos entre todos para escribir mas historias wapas komo esta,jajaj.. te leere durante todo el tiempo ke kieras ke formemos parte de tu vida, komo te dije el primer dia....un abrazo del pekeñajo
-_-_HöR3_-_-

Anónimo dijo...

killo, muy chulo el blog...pero desactualizado.Solo te llega la inspiracion 1vez cada 2meses...1abrazo

Kintaro dijo...

Negrazo eres una jodida caja de sorpresas. Desde cuando esta vena literaria tio?.

Un Saludo desde tu tierra natal. (Y)

Anónimo dijo...

primooooo! no abandones estooo! me estaba preguntando si starás este puente de todos los santos por aki..
bsitos d crepê

Anónimo dijo...

Tus textos tienen algunas frases de sorprendente belleza que iluminan la historia en mi cabeza aun despues de terminar su lectura. Si los repartes a lo largo de todo el escrito conseguiras la atencion del lector de principio a fin, deleitando con tus bonitas historias.

natural dijo...

¿Has leído Iglús en la Noche, de Hans Ruesch? Te encantará... Me ha gustado mucho tu blog, no lo conocía! Saludos!